lunes, 7 de septiembre de 2009

El lamento de Luzbel

Aagg.. Algo me esta destrozando el pecho y no se que es… ¡tengo miedo!… ¡muchísimo! siento como mis entrañas se queman ¡¡¡me desespera no saber que me pasa!!!.
¿Por qué a mi?... la verdad no lo se y por eso lloro y grito al cielo mi suerte, añoro tener la cabeza de mi creador en este momento, frágil y fría.
Maldito seas creador de Ángeles y humanos, creador de cielos e infiernos. Tu infortunio e intolerancia pesan en mi dulce cuerpo. Soy victima de tu egoísmo y mis alas cansadas empolvan aún más mi enmohecido cuerpo rojo.
¡Me pudro padre! me pudro una y otra vez en tu codicia y olvido. Me llamaste hijo y ahora soy un extraño, una mala hierba, un magma de estiércol fresco.
Avaro creador, da la cara no me abandones en este lugar lleno de oscuridad que los hombres llaman tierra ¡aquí hay hambre y peste! ¡Por favor señor mió! Libérame de todo sufrimiento.

ahh delirio, hermoso olor que impregna al humano, dime que es todo esto, un arbol, un niño, el amor o una sonrisa... ¡todo es igual!
Jajá jajá… ¡muy bien! Ahora soy un humano para ti, ¿quieres jugar titiritero? Si así lo deseas, pues se ¡hará tu voluntad tanto en la tierra como en el cielo! Pero antes aparece y respóndeme ¿por que tus siervos me expulsaron y tú no diste la cara? ¿Qué escondes demonio?... tu silencio alimentado por el viento ahoga mi destino. Pronto sabrás de mí y no te gustara, te enseñare a ti y a tus hijos el valor de la revolución, no dominare a tu creación a pesar de que puedo hacerlo, solo les enseñare ha ser libres, ha ser mortales.


Federico (08/09/09)

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