miércoles, 1 de julio de 2009

ROMANTICIDIO

Sumergida en la oscuridad
besaba el cuerpo
frío de su amor,
sus manos se deslizaban
a través de sus piernas
imitando el roce de una fina
seda oriental.
Sus labios color carmesí
treparon por todo su cuello
y al llegar a su oreja izquierda
comenzó a susurrarle una
bella canción de antaño

“it s frozen in the dark
side of the moon” susurraba

Las horas pasaban y los amantes
espectrales seguían reposando
todo estaba silencio y tranquilo
La sangre había dejado de brotar
del cuerpo poniendo fin a los ríos
que se habían formado en el suelo,
solo quedaban pequeños caudales
que se mezclaban con los de una
tercera persona que yacía inmóvil en
un sillón, desnudo y con sus ojos mirando
al piso.

“Let it be my dreams, let it be my hopes
I not alone in this room, all the love
Is here in my knife” cantaba

Al sentir adormecido parte de su cuerpo
decidió levantarse y continuar con su
trabajo.
Tomó las cartas de invitación y las
introdujo en un sobre cuidadosamente
pegándolas con un sello en forma de rosa.
Al ver la cantidad de invitados al casamiento
un frío helado recorrió su espalda y recordó
que debía quitar una carta,
la del mejor amigo y amante de su marido.



Federico (01/07/09)

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