Achinó sus ojos
Y contemplo sin prisa
no había error en el
alba, tampoco en la brisa
Tiempo es lo que sobra
se dijo a si mismo
y por ende continuo
buscando su sombra
Pero el tiempo
siempre es tramposo
y de cerca vio otra
sombra
Similar al alba,
parecida al horizonte
su silueta dibujaba futuro
sobre el mar
La arena y la luz
la pintaban dorada
su sonrisa era la guía
del viento
Ahora si el tiempo
corría, su corazón
lo sabia, cambio
paz por tempestad
El calor de esa mujer
opaco al sol
el horizonte nunca brillo
Tanto.
Federico Rollini 24/01/2013
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