sábado, 31 de enero de 2009

Ella

(mirando por la ventana)…
Es pequeña en tiempo, pero inmensa en gracia
No existe otro destino posible, ni ningún
Otra camino que nos aparte de esto que todavía no
Ha comenzado.
Mil noches demoradas por el recuerdo de unos ojos
Perfectos, pardos, tan cercanos a ser verdes, y viceversa.
Ya es de mañana y los recuerdos de una distante noche se
Convergen en una amable música compuesta para un indefinido
Sentimiento que habita en entre el amor y la soledad.

(sentado en una silla)…
Locura, santa locura! , esa es la palabra para definir lo que
Sucede, la locura mas sana y la más formidable que arrebata nuestros sentidos.
Helo aquí, es el fin, ya sabemos lo que pasa y lo que paso esa noche
Fue un juego de niños, de infantes, de almas libres y de unos perfectos
Desconocidos.

(En el piso junto a la silla)…
El cielo se viste de luto, uno de sus hijos ha bajado al infierno para ser feliz,
Para sentir el pecado en los labios de Pandora.
Los ángeles lloran, un nuevo cielo a nacido en la tempestad de una boca color
Escarlata y en la paz de una caricia ciega. Las luces nos encierran, no quieren
Separarnos, quieren seguir admirando a los amantes.

(Acostado en el suelo, boca arriba)…
Sólo me resta decir, que mil veces repetiría esa noche y con gusto viviría una eternidad
en el infierno, ya que no concibo la existencia de un cielo sin tus ojos, y sin tus labios dulces, tiernos y juguetones.


fede 31/01/09

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