Devoró su tristeza
con la sonrisa
producto del silencio
era su cansado corazón
quien cantaba
Caminando por un sendero
formidable, producto
también del silencio
era su cansado corazón
quien caminaba
Las estrellas jugaron
a ser planetas y también
producto del silencio
era su cansado corazón
quien miraba
Del cielo brotaron lágrimas
hermosas, de encuentros
inoportunos, producto del silencio
era su cansado corazón
quien gozaba
Se dijeron adiós, siempre
manejaron el silencio
a su antojo, eran sus manos
pechos y labios quienes
formaban la comunicación
Eran sus cansados corazones
quienes impusieron las
la palabras.
Federico Rollini 01/09/2013
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