Perdí el corazón en un recital,
un pogo feroz de masas marginales.
Desde ese día cargo una estrella muerta
en el pecho, me urge la esperanza
de creer que algún día brillara
como una llama en un campo
de cenizas ardientes.
Donde quiera que este su grito
y su mensaje, ahí andaré con mi estrella
esperando la nueva vida
Su sonido me esclaviza, ahoga
el dolor, por dos horas puedo
vivir sin corazón y cantar,
extender mis brazos, entregarme
al cielo que se expande sobre todos,
puedo tomar como hermano a la
lluvia y saltar.
El barro es fiel, y el sudor,
simbólico.
Sello con fuego mi alma, ante
la gran furia de la bestia, el paraíso
nunca fue tan rojo.
16/10/11 Federico
2 comentarios:
Muy buena forma de transmitir la sensación de estar en un pogo.
Es un momento único e irrepetible, cada pogo es un mundo.
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