jueves, 8 de septiembre de 2011

Miradas Perdidas

Fue ese cruce de miradas perdidas
el que me invito a soñar, esa risa
cómplice, lo que me hizo delirar.
Me mirabas y yo también, ambos
disimulábamos mal
Pendientes el uno al otro, nos
ocultamos tras un vidrio y
otras personas.
Esperabas un paso mío y yo uno
tuyo. Nunca sucedió.
Tus labios permanecieron brillosos
todo el tiempo, la esperanza
siempre irrevocable. 
¿Será otro caso que el
tiempo deberá resolver?

Federico 09/09/11

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