Un día vimos al artista,
de traje negro largo y
camisa blanca
un micrófono y una guitarra
una voz del mas allá
Una gran rosa blanca
cubría el corazón.
A mil revoluciones por segundos
cantaba su última canción.
Una bella melodía de otoño
“La valentía de aceptar
lo que fuimos nos hará libre
vos y yo, volando con el viento
sonriéndole a la eternidad”
Vibraba la música en el aire
El sonido se quedo sin tiempo
camino libre por la sala
Era el "encantador" de oídos
nadie presto atención a la flor
en su pecho, nadie noto…
Un doble bombo inmortal
Un teclado dibujando eclipses
Un par de guitarras enamoradas
y un bajo solitario destilando
gravedad
La rosa muto, cambio su color
roja, era su nueva vida
Y así el artista cayó desplomado
desangrado por la pasión de
su arte.
Federico 05/07/2012
